Confesión

El universo de mi producción artística nace de la observación exhaustiva de los miedos, la disección de las alegrías y las esperanzas colectivas, las inseguridades, la manipulación… y la transmutación de todo ello en formas que se acercan a una belleza contenida, a veces tortuosa, como reflejo de una trayectoria vital.

Los retratos, de factura efusiva y visceral, no son más que un análisis del momento psicológico y emocional de la persona… Y tratan de acercarse más a una realidad espiritual que formal. Los límites se desvanecen en las obras de abstracción, también expresiva, y el color y las manchas son el vehículo de transmisión de emociones.

Esculturas de denuncia social, de exaltación de los sentimientos, y una vuelta solemne y conceptual a la riqueza de las magnificencias clásicas, dibujos, y retazos de un mundo que pretende ser el reflejo de mis vivencias y percepciones.

Siempre agradecido.

Bienvenidos.


Recuerdo las tardes de té y rosas. Aquellos placeres mundanos cargados de violencia contenida, belleza sublime y refinada inconsciencia. También recuerdo el olor a metal, a polvo y a madera quemada. Aquellas tardes siempre volverán. Para tí, para mí, o para ambos. Pero volverán.

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